Cómo elegir la mejor variedad de cannabis para cultivar

La elección dependerá de varios factores, incluyendo los efectos deseados, las limitaciones del espacio de cultivo y tu experiencia como cultivador. ¿Quieres dedicar tus esfuerzos a cultivar una cepa de efecto relajante, o una cepa que te anime? ¿Tienes un montón de espacio interior/exterior, o solo tienes un armario de cultivo? ¿Llevas años cultivando marihuana, o es tu primera o segunda vez?

En este artículo, te guiamos a través de los aspectos más importantes a considerar al escoger una cepa para el cultivo, con la esperanza de facilitarte la elección.

ESPACIO DISPONIBLE PARA EL CULTIVO VS. TAMAÑO DE LA CEPA

Antes de seleccionar una variedad, es esencial tener en cuenta el ambiente de cultivo. El espacio disponible varía enormemente entre cultivadores. Algunos tienen el lujo de disponer de un gran invernadero o espacio exterior, donde pueden cultivar sus plantas al aire libre. Otros están limitados a pequeños espacios interiores, como cuartos de cultivo, armarios o incluso torres de ordenador.

Cada variedad alcanza una altura estimada. El tamaño de las plantas está dictado principalmente por la genética, pero también pueden influir los factores ambientales y las técnicas de entrenamiento. Por lo general, las plantas de dominancia sativa crecen a mayor altura, tienen una mayor distancia internodal y son más adecuadas para el cultivo exterior. Algunas de estas cepas desarrollan un aspecto de árbol y pueden alzarse por encima de los 3m. Suelen producir cosechas impresionantes, pero las plantas requieren mucho espacio y recursos.

En cambio, las variedades de dominancia índica tienen un aspecto más arbustivo y crecen a alturas de 80-160cm, aproximadamente. En general, son adecuadas para cultivar en interior, pero también son una opción viable para los cultivadores de exterior con espacio limitado.

Y en tercer lugar están las variedades autoflorecientes. Estas son cepas versátiles que crecen a alturas en torno a 50-100cm y pueden cultivarse en interior en espacios reducidos. Los cultivadores de exterior también plantan estas cepas enanas para mantener su cultivo fuera de la vista.

UN DETALLE SOBRE LA VELOCIDAD DE CRECIMIENTO

La velocidad de crecimiento es un factor a considerar que forma parte de la categoría anterior y que determina la duración total del cultivo de una cepa. Algunas variedades han sido desarrolladas selectivamente para florecer en un plazo breve, mientras que otras tardan mucho más tiempo. Las cepas que llegan antes a la cosecha son las preferidas entre los cultivadores comerciales, o por quienes necesitan cultivar de forma discreta.

Si quieres un cultivo rápido, tu mejor opción son las cepas autoflorecientes. Estas plantas vuelan de la semilla a la cosecha en un promedio de 8-10 semanas. Esto es especialmente valioso para quienes plantan en exterior en climas poco óptimos, o para los cultivadores de interior que quieran cultivos rápidos durante el sofocante verano.

EXPERIENCIA DE CULTIVO

Más allá del ocasional cultivador prodigio con buena mano para las plantas, aprender el arte del cultivo cannábico lleva cierto tiempo. El ensayo y error es el mejor maestro y puede que tardes varias temporadas en aprender lo que mejor funciona para ti. Muchos bancos de semillas indican un nivel de dificultad en cada una de las cepas que ofrecen, o dan consejos sobre cómo domar ciertas cepas. Los cultivadores primerizos o novatos deberían tener esto en cuenta al elegir las semillas, ya que puede ahorrarles mucho tiempo, esfuerzo y lamentos. Las variedades clasificadas como “fáciles” son cepas resistentes que pueden tolerar ciertos abusos y se recuperarán fácilmente de los errores habituales de los principiantes. Pero estas cepas de cultivo sencillo no son menos interesantes que las variedades más exigentes; normalmente, solo son más estables.

Los novatos suelen tener éxito con las cepas autoflorecientes. Su tamaño reducido hace que sean fáciles de manejar, y su solidez hace que sean más difíciles de matar. A diferencia de las variedades fotoperiódicas, las autoflorecientes no requieren cambios en el ciclo de luz para iniciar la floración. Este rasgo elimina una de las múltiples tareas a realizar para los cultivadores novatos.

Con la experiencia vienen las recompensas. Los cultivadores más avanzados se han ganado la habilidad de cultivar las cepas que prefieren, gracias al proceso de experimentación y aprendizaje. El conocimiento de diferentes métodos de cultivo y entrenamiento, los factores ambientales y las técnicas avanzadas les permiten domar hasta las cepas más difíciles.

¿QUÉ TIPO DE EFECTOS PREFIERES?

El efecto de la cepa es primordial para el proceso de selección. Pero, seguramente, ya sabías esto. Si tu cosecha te deja más apalancado de lo que te gustaría, o es demasiado estimulante para tu gusto, habrás desperdiciado mucho tiempo. Pero ¿cómo puedes saber el efecto de una variedad sin probarla? Si tienes la suerte de poder acceder a asociaciones cannábicas o coffeeshops, visítalos y prueba unos cogollos antes de cultivarlos. En caso contrario, los bancos de semillas ofrecen información detallada sobre las cepas que venden, especificando desde el contenido de THC hasta el perfil de terpenos.

Antes de cultivar marihuana, es mejor probar diferentes cepas, ya sea fumando o vapeando, para determinar qué tipo de efecto prefieres. Las cepas de dominancia índica suelen provocar colocones corporales relajantes, con rasgos sedantes. Estas variedades se disfrutan más en casa al final del día, cuando llega el momento de relajarse. En cambio, las cepas de dominancia sativa producen efectos estimulantes, que pueden disfrutarse a lo largo de todo el día para fomentar la concentración y la productividad.

La división entre las subespecies de cannabis índica y sativa no es cuestión de blanco y negro. Los programas de cría han fusionado estas genéticas una y otra vez, produciendo muchos híbridos modernos con proporciones variables de genes índica y sativa. Algunas variedades incluso tienen un equilibrio perfecto con una genética 50% índica y 50% sativa, ofreciendo lo mejor de ambos mundos.

Por otro lado, algunas variedades se han desarrollado para producir altos niveles de THC, mientras que otras se centran principalmente en la producción de CBD. Para quienes siempre buscan colocones más potentes, algunas cepas producen más de un 25% de THC. En cuanto al CBD, algunas variedades contienen niveles elevados de este cannabinoide, junto con niveles prácticamente nulos de THC. Esto significa que quienes no quieren colocarse pueden seguir disfrutando de los efectos fisiológicos de la marihuana, así como de su aroma y sabor. Lo que nos lleva a…

EL AROMA Y EL SABOR SON IMPORTANTES

No todos los cogollos de marihuana tienen automáticamente un sabor magnífico. El cultivador tiene la responsabilidad de secar y curar adecuadamente los cogollos para que produzcan un humo suave. Pero cada variedad tiene su propio perfil de terpenos. Los terpenos son unas moléculas aromáticas que ofrecen diferentes fragancias y sabores. En la naturaleza, las plantas producen estos compuestos químicos para defenderse de plagas e insectos, entre otras funciones.

En la planta de cannabis se han descubierto más de 100 tipos de estas moléculas. Por ejemplo, el limoneno aporta un fuerte aroma cítrico, el cariofileno ofrece sabores a especias y pimienta negra, y el mirceno aporta toques a clavo y tierra.

Si entras en un dispensario o club cannábico y hueles cada uno de los frascos de hierba, notarás diferencias claras y sutiles entre cada uno. Esto se debe a que cada variedad produce una serie diferente de terpenos, con diferentes notas olfativas: principales, medias y de fondo.

Aunque es poco probable que no te guste el sabor de una cepa de marihuana, algunas sin duda saben “mejor” que otras. Pero todo esto es subjetivo. Si eres una persona golosa, deberías probar cepas como la OG Bubble Gum y la Choco Candy. Si prefieres los sabores afrutados, deberías plantar la Blueberry o la Pineapple Express. Y si eres un sibarita con gusto por lo salado, la White Cheese satisfará tu paladar.

TEN EN CUENTA EL CLIMA LOCAL

El clima puede tener un gran impacto sobre las plantas de cannabis. Las variedades heredan rasgos de las cepas puras usadas para crearlas. Las cepas autoflorecientes derivan originalmente de los climas más fríos del norte y centro de Asia, por lo que toleran mejor los ambientes fríos y las temporadas de cultivo más cortas. Por otro lado, las variedades con origen en Jamaica o Tailandia toleran mejor el calor y son ideales si vives cerca del ecuador.

Asegúrate de escoger una cepa compatible con tu clima local. Si cultivas una gran sativa tropical en un clima norteño, tendrás resultados decepcionantes. Lo mismo se aplica si cultivas una variedad adaptada al frío en ambientes tropicales o en el desierto.

FINALMENTE, ES EL MOMENTO DE ELEGIR

Aunque el proceso de elegir cepa pueda resultar estresante para los indecisos, llega un punto en que es mejor dejarse llevar por la intuición ¡y probar unas semillas! Obviamente no deberías escoger una cepa inadecuada para tu ambiente de cultivo, pero, al fin y al cabo, ¡puedes escoger la cepa que prefieras! Quienes disponen de espacio, tiempo y recursos, pueden cultivar varias cepas diferentes a la vez y comparar los resultados. ¡Buena suerte en tu búsqueda!