El síndrome de las piernas inquietas y el cannabis

El síndrome de las piernas inquietas (SPI) es un trastorno neurológico caracterizado por una necesidad irresistible de mover las piernas. Las investigaciones indican que esta enfermedad es mucho más habitual de lo que la mayoría de la gente piensa, ya que afecta a entre el 4 y el 29% de las poblaciones de Norteamérica y Europa Occidental.

Actualmente, no existe cura para este trastorno. Sin embargo, a través de cambios en el estilo de vida y de la administración de medicamentos, los síntomas se pueden controlar eficazmente. Aunque la mayoría de los síntomas del SPI pueden aliviarse mediante el tratamiento con medicamentos de receta, algunos también utilizan la marihuana medicinal como alternativa de tratamiento eficaz. La investigación clínica muestra que la marihuana terapéutica es capaz de aliviar muchos de los síntomas diurnos del SPI, además de mejorar la calidad del sueño de los pacientes.

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS?

El síndrome de las piernas inquietas, también conocido como enfermedad de Willis-Ekbom y síndrome de Wittmaack-Ekbom, es un trastorno neurológico que se puede desarrollar a cualquier edad. Los síntomas de la patología tienden a empeorar durante la noche, lo que dificulta el sueño y, por lo tanto, tiene un impacto significativo sobre la calidad de vida.

La mayoría de las personas experimentan SPI en forma de picazón u hormigueo en las piernas. Los episodios más intensos se han descrito como una sensación de que algo "trepa" por tu piel. Como resultado, muchos pacientes relatan una sensación general de inquietud que puede convertirse en movimientos involuntarios como sacudidas o temblores. Dada esta inquietud y las dificultades para dormir que acompañan a la enfermedad, muchos pacientes con SPI declaran sentir fatiga diurna, somnolencia y letargo.

CÓMO AFECTA A LA CALIDAD DE VIDA EL SÍNDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS

Dado que el SPI tiende a manifestarse durante la noche, puede afectar seriamente a la capacidad de una persona para dormir. Esto se ve agravado por el hecho de que muchas personas experimentan síntomas de SPI cuando se relajan, se acuestan o se sientan. Los pacientes con SPI suelen tener dificultad para conciliar el sueño y para permanecer dormidos durante toda la noche. Esto puede afectar negativamente a su capacidad para funcionar durante el día siguiente, así como a su bienestar físico y psicológico general.

Además de dificultar el sueño, el SPI también puede impedir la relajación. Muchas personas se dan cuenta de que necesitan levantarse y moverse para aliviar sus síntomas. Por lo tanto, algunos pacientes informan de que el SPI aumenta significativamente su nivel de estrés.

Además de la necesidad de moverse, los pacientes también tienen dificultades para sentarse tranquilamente. Esto puede ser una molestia importante un gran número de actividades como leer, ver películas, asistir a clases o disfrutar de una comida. En última instancia, muchos pacientes descubren que su trastorno tiene un impacto negativo en su vida social y en su capacidad para disfrutar de actividades con otras personas.

Por último, los cambios en el estilo de vida que pueden ser necesarios para controlar el SPI también pueden afectar a la calidad de vida de una persona. El hecho de verse obligado a evitar factores desencadenantes como el alcohol, el tabaco y la cafeína puede repercutir seriamente en la capacidad de un individuo para ser productivo y mantenerse alerta, dos cosas que el mundo occidental moderno exige en gran medida.

¿CÓMO SE TRATA EL SÍNDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS?

El síndrome de las piernas inquietas se puede tratar de muchas maneras, dependiendo de la gravedad de los síntomas.

La manera más simple de tratar el SPI es eliminando o evitando los factores desencadenantes que pueden provocar los síntomas. Mantenerse alejado de ciertos alimentos o sustancias puede ayudar a calmar la afección. Por ejemplo, algunos casos de SPI se han relacionado directamente con la deficiencia de hierro. Cambiar tu dieta para incluir más hierro y magnesio podría por lo tanto mejorar tu problema. Además, muchas personas encuentran útil evitar sustancias como la cafeína, el alcohol y la nicotina.

Los síntomas también se pueden mejorar a través de la fisioterapia. Se ha demostrado que estirar, masajear o estimular (con impulsos eléctricos o vibratorios) las zonas afectadas antes de acostarse permite un mejor sueño.

El síndrome de las piernas inquietas también se ha relacionado con otras enfermedades subyacentes. Se sabe que problemas médicos como la diabetes, la enfermedad renal, las enfermedades de la tiroides, el Parkinson y las deficiencias nutricionales contribuyen al SPI.

El SPI también puede tratarse con medicamentos. Por lo general, los medicamentos solo se prescriben en casos graves en los que los síntomas aparecen varias noches a la semana. Sin embargo, a algunos pacientes se les pueden recetar medicamentos para el tratamiento de síntomas ocasionales. Las formas de medicación recetadas con más frecuencia incluyen agonistas de la dopamina, agentes dopaminérgicos, benzodiazepinas, anticonvulsivos y opiáceos.

¿PUEDE EL CANNABIS MEJORAR EL SÍNDROME DE LAS PIERNAS INQUIETAS?

Los expertos en marihuana medicinal creen que el cannabis tiene el potencial de tratar eficazmente el SPI. La investigación clínica muestra que la marihuana no solo mejora los síntomas diurnos, sino que también prolonga y mejora el sueño nocturno.

Un estudio de 2017 detectó que la inhalación de marihuana tuvo un efecto positivo en los síntomas del SPI. Cinco de cada seis participantes informaron de que sus síntomas habían remitido por completo después del tratamiento con marihuana. Mientras tanto, el paciente restante reportó una mejoría significativa después de consumir solo CBD. Todos los sujetos informaron de mejorías en el sueño tras la conclusión del tratamiento.

Un  estudio anterior de 2007 reveló resultados similares. Los pacientes tratados con cannabis sublingual que contenía tanto THC como CBD registraron una mejoría en los síntomas en un 40-50% de los casos. Una vez más, el estudio determinó que los cannabinoides no solo funcionaban para aliviar los síntomas diurnos, sino que también mejoraban el sueño.

Los investigadores creen que gran parte del éxito de la marihuana en el tratamiento del SPI proviene de sus efectos sobre la dopamina. Dado que se considera que el SPI es una afección neurológica derivada de un desequilibrio de la dopamina, se trata a menudo con medicamentos que actúan sobre la capacidad del cerebro para producir el neurotransmisor. De manera similar, también se ha demostrado que la marihuana influye en la liberación de dopamina a través de sus interacciones con los receptores celulares en el sistema endocannabinoide del cuerpo.

Además, la investigación muestra que el THC y el CBD, los dos principales cannabinoides del cannabis, son capaces de tratar una variedad de enfermedades y síntomas que podrían empeorar el SPI. Por ejemplo, se ha descubierto que el CBD tiene propiedades ansiolíticas que pueden reducir el estrés y mejorar el sueño. Por tanto, incluso aunque el cannabis medicinal no trate directamente los síntomas del SPI, puede tratar causas subyacentes que agravan los síntomas.