Causas de estrés para la planta de marihuana

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Categories : El cultivo de marihuana

Causas de estrés para la planta de marihuana

Existen muchas causas de estrés para una planta de marihuana, muchas de las cuales pueden afectar seriamente a su salud, aunque otras podrían resultar beneficiosas.

El estrés biológico es la reacción de un organismo a factores estresantes (como las condiciones ambientales) o, dicho de otra forma, la forma en la que el cuerpo responde a los desafíos. Como cualquier ser vivo, la planta de marihuana puede sufrir estrés y verse afectada por él. El estrés puede ser abiótico (el impacto de factores inertes como el calor, etc.) o biótico (factores vivos), y puede ser beneficioso o perjudicial para el bienestar y el funcionamiento normal del organismo.

En la mayoría de casos la gente habla de estrés cuando se refiere a un estrés con impacto negativo sobre un organismo, ignorando el hecho de que existen tipos de estrés que pueden tener efectos positivos.

El estrés en el cannabis suele estar causado por desequilibrios químicos, que llegan a afectar al funcionamiento normal de la planta. La homeostasis es el equilibro de los procesos bioquímicos, y un punto homeostático consistiría en las condiciones óptimas de vida de un organismo. Es decir, podríamos considerar que el estrés es un conjunto de factores que causa que un organismo se desvíe de su funcionamiento normal.

En definitiva, a la marihuana, al igual que a la mayoría de seres vivos, le gusta tener un entorno estable. Sería interesante que como cultivador conozcas las causas de estrés y cómo tratarlas para que la planta crezca sana, en un estado de homeostasis.

ESTRÉS POR AGUA

El principal problema respecto al agua en las plantas de marihuana consiste en exceso o falta de riego. La planta de cannabis necesita una cantidad específica de agua para desarrollarse bien, que depende de diversos factores, como la fase en la que se encuentra y su entorno de cultivo.

El exceso de riego es uno de los problemas de crecimiento más comunes para los cultivadores inexpertos y las raíces podridas son un problema complicado de solucionar. Una cantidad insuficiente de agua también causa estrés. La planta se marchitaría, secaría y moriría, pero la solución para ese problema es fácil, ya que sólo necesitarías regar el terreno reseco. Los síntomas de estos tipos de estrés son el decaimiento y caída de las hojas. Te deberías asegurar siempre de que el medio en el que cultivas tus plantas no esté muy húmedo ni muy seco. Debería estar razonablemente húmedo.

Otro problema en relación al agua, es que puede contener muchos elementos y minerales diferentes, y deberíamos tener cuidado con el tipo de agua que estamos usando. Deberías analizar el agua por si pudiera contener componentes dañinos para tu planta de marihuana.

ESTRÉS POR NUTRIENTES

Al igual que con el agua, el exceso o escasez de nutrientes es una causa de estrés para el cannabis debido al desequilibrio de minerales que impide a la planta funcionar correctamente. Las plantas viejas necesitan menos nutrientes que las más jóvenes y son más propensas a mostrar signos de estrés nutricional. Hojas descoloridas, con puntas amarillas, con manchas y crecimiento limitado son indicadores del estrés por nutrientes. Las quemaduras por exceso de nutrientes se producen por la abundancia excesiva de alimento en el terreno, resultando en hojas con la punta amarilla o quemadas. Una solución habitual para la quemadura por nutrientes es llevar a cabo un lavado de raíces usando mucha agua con pH regulado.

ESTRÉS POR NIVELES DE PH

El pH es una medida científica utilizada para especificar lo ácida o alcalina que es una sustancia. Esta medición se hace en una escala del 1 al 14. El agua pura es neutral, es decir, ni ácida ni básica, con un pH 7. Por encima de 7 se considera básico y por debajo de 7 ácido.

El pH afecta a la habilidad de las plantas para absorber nutrientes porque una solución ácida o básica los modifica impidiendo fundamentalmente que la planta los absorba. Muchos cultivadores no caen en esto y creen que sufren una deficiencia de alimento, proporcionándole aún más, lo que trae nuevos problemas. Así que, cuando veas signos de escasez de alimento asegúrate de comprobar los niveles de pH primero. Conocer el pH de tu medio de cultivo y saber cómo controlarlo es un gran paso hacia la salud de tus plantas y las posibilidades de un cultivo con éxito.

El pH ideal del sustrato en el que plantas la hierba está entre 6,5 y 7. Monitorizar el nivel de pH es muy sencillo porque sólo necesitas un medidor electrónico. Son baratos y fáciles de usar: sólo tienes que introducir la sonda en el medio y hacer una lectura. Regular el nivel de pH no tiene ciencia alguna, simplemente hazte con un producto acidificante o alcalinizante en una tienda y añádelo en el siguiente riego. Para una forma más natural de ajustar el pH en tierra puedes usar caliza dolomita, que tiene un pH 7.

pH

ESTRÉS POR LUZ

El cannabis, como todas las plantas, tiene un cierto ciclo de luz que debes respetar durante el cultivo. En su fase vegetativa, una planta de marihuana necesita 18 horas de luz y un ciclo 12/12 durante su etapa de floración.

La consistencia es un factor clave para mantener un ciclo lumínico sano y natural, es decir, que los tiempos de encendido y apagado deberían ser estables durante el cultivo. Las plantas de marihuana son muy sensibles a los cambios en la luz, y es uno de los signos que utilizan para detectar que las estaciones están cambiando. Cuando cambias de 18 a 12 horas de luz, estás ayudando a la planta a madurar y pasar a su etapa de floración.

Es muy importante que los ciclos de oscuridad durante el período de floración no se interrumpan, porque causa a las plantas abortar su fase de florecimiento y volver a su fase vegetativa, lo que afectará negativamente al cultivo y la cosecha. Incluso la mínima cantidad de luz durante el período de oscuridad puede causar estrés.

ESTRÉS POR TEJIDO DAÑADO

 

Las plantas se las apañan bastante bien para curar pequeños daños en sus tejidos y si la planta está sana, se recuperará rápidamente e incluso aumentará su resistencia. Sin embargo, grandes daños en la masa vegetal o daños menores continuados, tendrán un efecto negativo sobre la planta y le causarán estrés porque tiene que utilizar su energía en cicatrizar en vez de para crecer.

ESTRÉS RADICULAR

Las raíces son los cimientos de una planta, el lugar por donde absorben nutrientes y oxígeno. Quizás es la parte más importante de la planta para que se mantenga sana y en desarrollo, porque el estado de sus raíces tiene un impacto enorme en su estado de salud general y su crecimiento. Las raíces pueden sufrir por la luz, daños físicos y químicos, bacterias, moho, y deberías comprobar siempre que la zona radicular no esté mucho más fría o caliente que el resto del entorno de cultivo.

Es importante conseguir un entorno estable para las raíces, donde tengan acceso fácil a la cantidad adecuada de agua, oxígeno y nutrientes. Como mencionamos anteriormente, un pH ambiental correcto es vital para la absorción de nutrientes adecuada.

ESTRÉS AMBIENTAL

Como norma general, si tu área de cultivo resulta agradable para ti en todo momento, lo más probable es que lo sea para tu planta también. Cualquier extremo, muy cálido o muy fresco, demasiada humedad y circunstancias similares afectarán negativamente a tu planta y le causarán estrés. La temperatura debería estar siempre en valores razonables y se debería proporcionar una ventilación adecuada en el cuarto de cultivo. La humedad también tiene importantes efectos sobre la planta y no debería ser muy elevada ni muy baja.

Cambios ambientales extremos pueden parar el crecimiento de la planta o incluso matarla, así que vigila bien su entorno.

ESTRÉS POSITIVO

Hay tipos de estrés beneficiosos que pueden contribuir al crecimiento de la planta, a su bienestar general e incluso a aumentar su cosecha. Por ejemplo, mediante el uso de un ventilador oscilante durante la fase vegetativa fuerzas a la planta a moverse, lo que ayuda a que el tallo se haga más grueso y robusto.

Otro ejemplo de estrés beneficioso es "entrenar" a la planta. Es el proceso de controlar el crecimiento de la planta utilizando distintos tipos de estrés para moldear su forma y tamaño. Existen muchas técnicas como el entrenamiento de bajo estrés, podas FIM o RIB, super-cropping, etc.

Y aunque pueda parecer una mala idea, bajar la temperatura a tus plantas puede tener un efecto positivo si se hace correctamente. Una sucesión de días cálidos y noches frías durante las dos últimas semanas de floración imitaría el ciclo de crecimiento natural de una planta de cannabis, ayudándole a producir más resina y un abanico de colores más amplio.

LA IMPORTANCIA DEL EQUILIBRIO

La marihuana es una hierba, una planta muy robusta y resistente que es más fácil de cultivar de lo que la mayoría de la gente cree. El estrés ocasional en las plantas no debería ser preocupante, pero, estrés intenso o continuado las dañaría y les impediría crecer como una planta normal y sana.

El equilibrio es la clave. La planta debería estar en un estado de homeostasis, un balance bioquímico, en su entorno de crecimiento óptimo. Para conseguir esto, el cultivador tiene que aprender que la solución a la mayoría de causas de estrés es una cuestión de equilibrio, saber la cantidad adecuada de agua, nutrientes y luz que deberías proporcionarle a las plantas. En un entorno así, la hierba no tendría que tener ningún problema para prosperar y crecer a plena potencia.