Cómo controlar el calor del verano en el cuarto de cultivo

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Categories : El cultivo de marihuana

Cómo controlar el calor del verano en el cuarto de cultivo

El cultivo de interior plantea ciertos retos, uno de los cuales es el control de la temperatura. Si tienes problemas para combatir el calor del verano, aquí tienes algunos consejos.

La gestión del calor es uno de los problemas más importantes a los que se enfrentan los cultivadores de interior. La razón se encuentra en la propia naturaleza del cultivo. Ya sea una operación discreta o una plantación legal, ambas necesitan aportes eléctricos externos que imiten a la madre naturaleza.

Esto consiste sobre todo en utilizar deshumidificadores y luz artificial, los dos principales culpables de una posible temperatura excesiva. Sin una iluminación fuerte, tus plantas de marihuana no producirán cogollos grandes. Sin una deshumidificación adecuada, te arriesgarás a perder toda tu cosecha debido a la descomposición del cogollo.

El estrés térmico puede causar hermafroditismo, que es cuando la planta comienza a producir polen masculino. Puede que las hojas se curven hacia arriba, lo que podría conducir a la necrosis. A los insectos (como los ácaros) les encanta el exceso de calor, por lo que se multiplicarán mucho más rápido. Las bacterias y el moho también prefieren las temperaturas altas.

El truco está en equilibrar todo esto para conseguir una tasa de crecimiento óptima. Si quieres tener una plantación de alto rendimiento, podrías tener que realizar ciertas inversiones adicionales. Además, dependiendo de la etapa del cultivo, necesitarás unas condiciones ambientales distintas.

EL MÉTODO MÁS RENTABLE: AUMENTAR EL INTERCAMBIO DE AIRE

La forma más eficaz de hacer frente al calor del verano es con un intercambio de aire. Cuanto más aire se extraiga y sustituya, más calor se eliminará. Sabrás que tu extractor funciona de forma eficiente cuando la temperatura interior se acerque a la del exterior. Y lo mismo se puede decir de la humedad relativa (HR). Es, con diferencia, la forma más rentable de gestionar la temperatura y el exceso de HR.

El único problema de los extractores es que pueden ser sumamente ruidosos. Si tienes vecinos, es algo en lo que tendrás que pensar detenidamente, ya que no querrás que alguien llame a tu puerta quejándose del ruido.

La solución es muy sencilla, aunque supone un coste adicional. Compra un extractor para un cuarto de cultivo tres o cuatro veces más grande que el tuyo. También vas a necesitar un variac, que es un transformador ajustable que puede alimentar un ventilador grande de forma segura.

El resultado es un importante volumen de intercambio de aire con muy poco ruido. El ventilador girará más lento, pero el flujo de aire será superior al de un ventilador pequeño funcionando a toda potencia.

AJUSTA LA CONFIGURACIÓN DE LA ILUMINACIÓN

Como recurso final, un cambio en el sistema de iluminación podría ser la única forma de controlar el exceso de calor en el cuarto de cultivo. Las lámparas HID y de plasma producen mucho calor.

Puedes instalar reflectores con tubos para que bombeen el calor al exterior de forma directa. Otra opción viable es pasarse a las luces LED de última generación. Las lámparas CFL funcionan muy bien con plantones y esquejes, pero no son muy eficientes para la floración.

Otro truco es alterar el programa de luz. Muchos cultivadores de interior prefieren encender las luces por la noche, porque la temperatura ambiente es más baja. En muchos lugares, la electricidad también es más barata durante la noche. Esto se adapta muy bien al programa de iluminación de 12/12 para la floración.

¿Y el de 18 horas de luz/6 de oscuridad? ¿O el de 20 de luz/4 de oscuridad?

Existe un truco excelente para estos casos. Se llama la "rutina de la lámpara de gas". Prolonga un poco la fase vegetativa, pero el resultado es una reducción del período de luces encendidas durante el día, que podrás llevar a cabo de forma efectiva por la noche. Funciona de la siguiente manera:

- 12 horas encendidas
- 5 horas y 30 minutos apagadas
- 1 hora encendidas
- 5 horas y 30 minutos apagadas

Esto garantiza que tus plantas permanezcan en la fase vegetativa durante tanto tiempo como desees, mientras que solo consumen un total de 13 horas de electricidad por día. Tus facturas se reducirán, así como tus problemas de temperatura, si lo llevas a cabo por la noche.

BUENOS RENDIMIENTOS CON TEMPERATURAS ALTAS Y CO₂

Posiblemente, la configuración de mayor rendimiento que se puede tener en la actualidad. Las plantas se alimentan de luz, agua, nutrientes y CO₂. Proporcionando CO₂ extra a tu cuarto de cultivo, podrás tener una temperatura mucho más alta que la de los valores típicos recomendados. Algunos cuartos se adentran en el rango de los 35ºC de forma segura.

El nivel medio actual de CO₂ en la atmósfera es de unos 400ppm. Al aumentarlo hasta aproximadamente 1.500ppm, propulsarás el rendimiento y el nivel de tolerancia de tus plantas.

El CO₂ puede ser bastante caro, ya que requiere de un espacio herméticamente cerrado. No obstante, si se hace de forma correcta, su rentabilidad compensará cualquier gasto.

SI NO PUEDES VENCERLO, ÚNETE A ÉL

Como último recurso, puedes instalar una unidad de aire acondicionado en tu cuarto de cultivo. Pero esto implica más gastos y un aumento de la factura eléctrica.

Aunque cultives en un armario, junto al mar, o durante una ola de calor, es posible producir una marihuana estupenda. Solo tienes que invertir tu estrategia de cultivo. En lugar de intentar combatir al calor, utilízalo a tu favor.

Elige una variedad sativa dominante que sea estable. Las sativas son nativas de zonas tropicales de África Central y del Sur, Jamaica, India, Tailandia y México. Se han adaptado de forma natural a las temperaturas altas.

Investiga un poco, y muy pronto tendrás una lista de variedades adecuadas que son famosas por tolerar e incluso por disfrutar del calor.

Cómo controlar el calor del verano en el cuarto de cultivo

TEMPERATURA Y HUMEDAD RELATIVA IDEALES PARA CULTIVAR:

PLANTONES Y ESQUEJES

A los plantones y esquejes les encanta la humedad. Los esquejes que aún no han desarrollado raíces, necesitan cerca de un 100% de humedad relativa para prosperar. En las etapas tempranas de la germinación y clonación, intenta mantener una temperatura constante durante todo el día.

Los plantones comienzan su vida natural bajo tierra, donde las temperaturas no varían demasiado. Nuestro trabajo es imitar estas condiciones. Asimismo, los esquejes han sido sometidos a uno de los estresantes más impactantes, por lo que cuanto más estable sea su entorno, más rápido se recuperarán.

La temperatura recomendada para esquejes y plantones es de entre 20 y 25ºC. Todo lo que supere estos valores podría ser demasiado estresante. Siempre que la humedad relativa sea superior al 70%, las plantas podrán tolerar unos cuantos grados más.

CRECIMIENTO VEGETATIVO

Durante la fase vegetativa, las plantas soportan temperaturas ligeramente superiores, de unos 20 a 30ºC. La humedad relativa ideal se sitúa por encima del 70% y por debajo del 85%. Durante la etapa del crecimiento, las plantas están más amenazadas por las temperaturas bajas (por debajo de los 15ºC).

Curiosamente, puedes utilizar las diferencias entre las temperaturas diurnas y nocturnas a tu favor. Cuanto mayor sea esta diferencia, más largos serán los tallos y los entrenudos. Por el contrario, cuando las temperaturas diurnas y nocturnas estén más próximas, se producirá un estiramiento menor, y las plantas tendrán una estructura más compacta.

FLORACIÓN TEMPRANA

Cuando inicies el período de floración, también deberás transformar el entorno de forma gradual. La regla de oro es imitar a la naturaleza.

Deberás incrementar las temperaturas medias diurna y nocturna, asegurándote de no sobrepasar los 28ºC.

En esta fase, aún no se han desarrollado los pistilos ni los cogollos. Apenas existe riesgo de infección por hongos o moho, por lo que la humedad relativa puede permanecer en torno al 65-70%. En cualquier caso, deberás empezar a reducirla hasta que sea inferior al 60%.

FLORACIÓN MEDIA-TARDÍA

Ya ha llegado el otoño y se acerca el final del ciclo de vida del cannabis.

En estos momentos, te encuentras en el sprint final. Has trabajado muy duro, y tu cosecha está a la vuelta de la esquina. Los cogollos están en plena floración, los tricomas empiezan a brillar, y los terpenos llenan el cuarto con sus maravillosos aromas.

Ten cuidado, ya que un exceso de calor podría acabar con ese olor, además de hacer que las glándulas de resina tengan un contenido más bajo de THC. A menos que estés usando CO₂, evita sobrepasar los 28ºC. Los pistilos son bastante sensibles, y no es raro que las colas se sequen en pocos días.

Si el calor sigue siendo un problema, haz todo lo posible para elevar las luces tanto como puedas. Tu principal preocupación debe ser la deshumidificación, que, como ya hemos visto, puede aumentar la temperatura del cuarto de cultivo. Para evitar enfermedades, mantén una HR de entre el 40% y el 50%, preferiblemente en el rango inferior.

Si tienes en cuenta la influencia de la temperatura (y la humedad relativa) en tu cultivo de interior, no solo evitarás complicaciones como la putrefacción de la raíz, también conseguirás el máximo rendimiento y obtendrás atractivas cosechas.