La mejor tierra para las cepas de cannabis autoflorecientes

Las cepas autoflorecientes y las cepas fotoperiódicas se diferencian en varios aspectos. La principal diferencia es que las autoflorecientes empiezan a florecer sin necesidad de cambios en el ciclo de luz. Las variedades autoflorecientes reciben este rasgo de una subespecie de cannabis llamada ruderalis, que evolucionó naturalmente en los climas más fríos del centro y norte de Asia, experimentando días de verano interminables y largas noches de invierno. Esta subespecie ha sido cruzada con muchas índicas y sativas para crear multitud de híbridos muy conocidos.

Además de contar con este singular rasgo autofloreciente, estas cepas tienen necesidades diferentes respecto a las variedades fotoperiódicas, incluyendo el tipo de tierra requerida para salir adelante. Su naturaleza resistente les permite tolerar los suelos pobres y los ambientes duros, pero ofrecerles tierra de alta calidad, y la cantidad adecuada de nutrientes, dará como resultado unas cosechas superiores.

USA UNA TIERRA LIGERA PARA TUS AUTOFLORECIENTES

Es cierto que la mayoría de autoflorecientes puede tolerar la tierra más pesada, pero realmente prefieren un sustrato más ligero y aireado. Cuando se cultivan en este tipo de medio, sus raíces pueden penetrar fácilmente la tierra, donde anclan las plantas de forma segura, buscan agua y nutrientes, y absorben oxígeno. Al usar una tierra ligera, estás ofreciendo a tus plantas la base perfecta para un crecimiento saludable. Este tipo de sustrato también permite un buen drenaje del agua, ayudando a prevenir enfermedades dañinas como la podredumbre de la raíz.

Una mezcla de tierra ideal para las cepas autoflorecientes debería incluir musgo de turbera, que es una sustancia cosechada en las turberas formada por musgo en descomposición. Otro ingrediente principal para la tierra de autoflorecientes es el compost, un recurso que puedes preparar fácilmente en casa compostando restos de materia orgánica, como los desechos de la cocina. Como ingrediente secundario, la mezcla de tierra debería contener perlita, un vidrio volcánico amorfo que ayuda a crear espacio en la tierra para un mayor drenaje y aireación. Otro ingrediente esencial es la vermiculita, que proporciona aireación al sustrato.

Estos ingredientes deberían mezclarse según la siguiente fórmula:

3 partes de musgo de turbera
3 partes de compost
2 partes de perlita
1 parte de vermiculita

Puede ser más barato hacer tu propia mezcla de tierra si compras estos ingredientes a granel. Pero, si no tienes tiempo, puedes comprar mezclas de tierra ya preparadas.

APORTA FERTILIZANTE A TUS AUTOFLORECIENTES, PERO CON CUIDADO

Las variedades autoflorecientes también se han ganado la reputación de ser resistentes debido a que pueden aguantar con poca comida. De hecho, con estas cepas es muy fácil fertilizar en exceso y acabar dañando las plantas. Las cepas autoflorecientes suelen ser considerablemente más pequeñas que sus equivalentes fotoperiódicas, por lo que requieren mucho menos fertilizante durante su ciclo de vida. Abónalas ligeramente y ten especial cuidado con los niveles de nitrógeno durante la fase vegetativa. Muchas de las mezclas de tierra que puedes comprar preparadas ya incluyen un nivel adecuado de nutrientes y sulen traer suficiente para que la planta pueda sobrevivir durante varias semanas. A partir de entonces, tendrás que añadir fertilizante a las plantas con moderación.

Otro buen ingrediente para la tierra de autoflorecientes son los hongos micorrícicos. Aunque estos organismos no son nutrientes, ayudan a las raíces de las plantas al descomponer la materia orgánica en moléculas más pequeñas y fáciles de usar y transportarlas al sistema radicular. Añade estos hongos a la tierra para ayudar a tus plantas a aprovechar al máximo la mezcla de tierra.

VIGILA EL PH

La escala de pH es una herramienta para medir la acidez o alcalinidad. Cada tipo de tierra tiene un pH concreto, que puede calcularse usando sensores o tiras de papel reactivas. La escala de pH va del 1 al 14: del 1 al 6 indica acidez, el 7 es un pH neutro, y del 8 al 14 indica alcalinidad. Las plantas de cannabis prefieren los suelos ligeramente ácidos, con un rango de pH entre 6,2–6,5.

Analiza el pH de tu tierra a menudo usando las herramientas mencionadas, y ajusta el pH en caso necesario. Si el pH es demasiado bajo, puedes añadir dolomita para subirlo. Si es demasiado elevado, las hojas o agujas de pino actúan naturalmente para reducir el pH.