Qué hacer si has regado mal tu marihuana

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Qué hacer si has regado mal tu marihuana

Aquí aprenderás a detectar si tus plantas de cannabis han sido sometidas a un exceso o una falta de riego, así como a prevenir y solucionar ambos problemas. Una vez que te acostumbres a identificar los síntomas, no te volverá a pasar.

"¡Aprende a descifrar tus plantas!"… "Escucha, y te dirán lo que necesitan"

Para el cultivador novato, estas dos afirmaciones pueden sonar a palabrería moderna. Pero para el productor de cannabis con conocimientos, son consejos inestimables. La mayoría de los cultivadores novatos siguen las "reglas" a rajatabla, y a menudo perjudican a sus plantas con demasiado cariño y atención.

Habla con cualquier maestro cultivador y te dirá que ya no lee las etiquetas, ni sigue gráficos preconcebidos, ni programas estrictos de fertilización y riego. Esto es porque conoce muy bien su plantación, lo cual es una destreza que se adquiere poniendo atención a lo que dicen tus plantas.

No se trata de ninguna palabrería, ni se necesita una percepción sensorial especial para "leer" o "escuchar" a las plantas. Cuanto más tiempo pases con tu cultivo, más rápido aprenderás de los pequeños detalles, y confiarás menos en las "normas" de las etiquetas.

APRENDE A DESCIFRAR TUS PLANTAS

El más mínimo cambio de color en las hojas, un retraso repentino en el crecimiento, manchas que aparecen como por arte de magia, hojas rizadas, marchitamiento... Las plantas presentan muchos síntomas que, para el cultivador con experiencia, son tan claros como la luz del día, pero pasan desapercibidos ante ojos inexpertos. A veces, casi parece como si las plantas te estuvieran gritando directamente.

La solución de estos problemas requiere de acción inmediata, porque la mayoría de las veces, los síntomas avanzan rápidamente y dan lugar a problemas secundarios

Por ejemplo, un exceso de riego sin darte cuenta puede conducir a una deficiencia de nitrógeno y magnesio. Al mismo tiempo aparecerán las manchas y una coloración amarillenta. Pero añadir más macro y micronutrientes no servirá de nada. El problema es que las raíces se están asfixiando y son incapaces de absorber alimentos.

Los cultivadores inexpertos solo se darán cuenta de que existe un problema cuando ya haya llegado demasiado lejos, y lo suelen pasar muy mal tratando de solucionarlo para volver a la normalidad. No hay nada de qué avergonzarse. Son problemas de principiantes, y todos los maestros cultivadores han llegado a donde están aprendiendo de sus errores.

Incluso la actividad más básica del cultivo de cannabis tiene sus complejidades. Por ejemplo, el riego. Es muy fácil regar demasiado o muy poco tus plantas de cannabis. Ambas situaciones pueden causar una importante reducción de la productividad, especialmente si no te das cuenta. En casos más extremos, podrían conducir al bloqueo de nutrientes y, en un escenario fatídico, incluso matar a las plantas debido a una grave sequía, infección o pudrición de raíz.

Pero no temas. Estos dos problemas son bastante fáciles de corregir.

FALTA DE RIEGO - CAUSAS Y SOLUCIONES

Es el más fácil de corregir. Es muy difícil matar a tus plantas por falta de riego, a menos que las descuides por completo. También le puede pasar a cualquiera con un sistema automático que se interrumpa de forma imprevista mientras está de viaje. En este caso, unas lámparas HID fuertes podrían cocer tus plantas, literalmente. Pero, como ya hemos dicho, no es frecuente y se debería a una negligencia o a un error técnico.

Si descuidas tus plantas durante mucho tiempo y las temperaturas son demasiado altas, se secarán muy rápido, recogiendo toda el agua que puedan de la atmósfera. Los síntomas son evidentes. No solo empezarán a marchitarse, también verás cómo se contraen hasta presentar un estado lamentable y lánguido. Dependiendo de la etapa del crecimiento en la que se encuentren, las plantas podrían incluso desmoronarse.

El remedio es muy sencillo si el problema no ha ido demasiado lejos. Si ocurre durante la fase vegetativa, riégalas y aplica una pulverización foliar de forma inmediata. Verás cómo se recuperan en cuestión de horas. Pueden darse casos en los que las plantas decidan deshacerse de las hojas más viejas y desarrollar hojas nuevas. Esto es completamente normal.

Dales un par de semanas para que se recuperen del todo y vuelvan a ser productivas.

EXCESO DE RIEGO Y EL ARTE DE CÓMO NO HACERLO

El exceso de riego es un "error" típico de principiante. Error está entre comillas porque los cultivadores nuevos siempre hacen lo que se supone que deben hacer. Seguir instrucciones. Y eso es exactamente lo que hay que hacer.

Pero, como ya hemos mencionado, los calendarios de fertilización no son la ley, y dependen de muchos otros factores. El principal es que las plantas no son robots.

Un riego excesivo es más difícil de detectar, y a veces, solucionarlo con la rapidez suficiente para prevenir daños más graves, es todo un reto. Si mantienes las raíces en un medio saturado de agua durante mucho tiempo, esto podría terminar en un desastre. Acabarán ahogándose, literalmente, y eso les encanta a los malos (virus y bacterias anaerobias).

Antes de nada, deberás asegurarte de "leer" la planta correctamente. Comprueba que el cuarto de cultivo esté bien ventilado con un flujo constante de aire fresco para reponer el CO₂. Verifica minuciosamente la calibración de tu medidor de pH. Analiza las temperaturas de día y de noche y busca infestaciones de insectos. Comprueba que todos los temporizadores de luz se encienden y apagan correctamente.

Una vez hayas verificado todo esto, presta atención a los siguientes síntomas de riego excesivo. Están más o menos en orden cronológico, pero, una vez más, no es una ley escrita:

• La capa superior del medio está constantemente húmeda
• La planta parece crecer más despacio o ha dejado de crecer por completo
• Las hojas comienzan a curvarse hacia abajo, como si fueran dedos
• Las hojas comienzan a mostrar un tono verde más claro, o tal vez amarillo
• Hojas de aspecto sano se caen sin previo aviso
• Toda la planta tiene un aspecto lánguido
• Algunas hojas podrían desarrollar machas marrones o doradas
• En casos más extremos, o con variedades sensibles, podría producirse necrosis

Qué hacer si has regado mal tu marihuana

Para solventar este problema hacen falta nervios de acero, ya que no hay mucho que se pueda hacer para revertir este estado de forma rápida. Extraer el agua de un medio saturado sin que lo absorba la planta, implica que debe evaporarse. Así que aquí tienes algunos métodos.

1. Puede que parezca una contradicción, pero lo mejor que puedes hacer es enjuagar bien la planta antes de empezar a solucionar el problema. El medio ya está saturado casi por completo, pero también lleno de sales y bacterias. Por lo que un buen enjuague con agua del grifo puede acabar con todo un ejército de bacterias anaerobias, limpiar las raíces y proporcionar oxígeno nuevo.

2. Consigue un ventilador, preferiblemente un deshumidificador pequeño, y apúntalo directamente a la capa superior del medio, no a la planta.

3. Aumenta la temperatura de la habitación para ayudar con la evaporación del agua; disminuye la humedad relativa a un 40%.

4. Poner unas alfombrillas calefactoras debajo de las macetas también ayuda mucho.

5. Perfora un montón de orificios pequeños en el lateral del recipiente, si está hecho de plástico. Esto mejorará el flujo de aire.

6. A partir de aquí, no riegues más. Coge la maceta y analiza su peso. O mejor aún, utiliza una báscula. Como las raíces se están ahogando, aplica un pulverizador foliar con una solución fertilizante suave, ya que las plantas también se pueden alimentar a través de las hojas. Pero ten cuidado de no excederte; las plantas son muy sensibles a este método de administración. Un poco de harina de pescado es lo ideal en este momento, y una pizca de sales de Epsom también ayuda.

Una vez más, la pulverización foliar se recomienda solo durante la fase vegetativa, porque una vez que las plantas están cubiertas de cogollos, puede hacer más mal que bien.

Si todo va según el plan, pronto comprobarás que la maceta pesa cada vez menos. Cuando los primeros centímetros del sustrato superior estén completamente secos y el recipiente parezca especialmente ligero, puedes volver a hacer un ciclo de riego. Con las plantas cultivadas en macetas, deja suficiente tiempo entre riegos para que la superficie del medio se seque completamente. De nuevo, la plantas toleran una leve deshidratación mucho mejor que un exceso de agua. No dudes en tomar notas de tu calendario de riego, ya que esta información podría serte útil en cultivos posteriores.

Continúa descifrando tus plantas. Ellas te dirán todo lo que necesitas saber.