Guía completa para el cultivo de marihuana en exterior

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Categories : El cultivo de marihuana

Guía completa para el cultivo de marihuana en exterior

¿Estás intentando cultivar marihuana en exterior y quieres aprender más sobre el proceso? ¡Has venido al lugar correcto! Te ofrecemos una guía introductoria detallada para cultivar tu propio cannabis en exterior y obtener los mejores cogollos posibles.

El cultivo de marihuana en interior ha ganado popularidad a medida que han mejorado las tecnologías. Pero ahí está la trampa: el cultivo de interior exige mucho equipamiento. Y todo este equipamiento necesita atención constante. A no ser que te gastes mucho dinero en un sistema automatizado, el riego y las luces artificiales requieren de tu presencia para manipularlos. En cambio, en exterior no tienes control sobre el sol o la lluvia, pero ambos seguirán existiendo hagas lo que hagas.

Además de los materiales obvios necesarios para el cultivo en exterior, es totalmente imprescindible que tengas pasión. Con pasión, no habrá nada que no puedas conseguir, ni ningún error que no puedas solucionar.

ESCOGE LA VARIEDAD ADECUADA

Al escoger las semillas para el cultivo en exterior, hay que mirar más allá del tipo de colocón deseado. Hay muchos otros factores a tener en cuenta. Algunas semillas crecen mejor en ciertos ambientes que otras. Escoger la variedad más adecuada puede marcar la diferencia entre obtener una buena cosecha o no.

Si vives en una zona de clima tropical, te alegrará saber que casi todas las variedades crecen bien en exterior. Estas zonas son extremadamente húmedas, con poca variación climática entre las diferentes estaciones. El período de crecimiento es largo y las plantas no suelen estresarse. El principal problema es el moho (que comentaremos más adelante). Realmente no importa si cultivas una índica o una sativa. Ambas tendrán tiempo suficiente para crecer.

Si vives en el Mediterráneo o en EE.UU., tendrás que ser algo más selectivo. En estos climas, te irá mejor con una índica o un híbrido de dominancia índica. Si cultivas en el norte de Europa, puedes probar con una variedad de dominancia índica que finalice su fase de floración alrededor de septiembre/octubre. La Critical XXL es una gran candidata para esto.

ENCONTRAR EL LUGAR IDEAL

Una vez escogida la variedad, es el momento de decidir dónde la vas a plantar. A no ser que tengas una gran maceta con ruedas, podría ser complicado mover la planta una vez esté creciendo. Escoger el lugar óptimo asegurará que la planta reciba la luz solar necesaria y no quede expuesta a vientos fuertes.

Simplemente busca un sitio donde las plantas puedan recibir mucha luz solar directa. Un balcón o jardín orientados al sur serán suficientes, siempre y cuando no haya muchos obstáculos. Lo ideal sería que recibieran al menos 6 horas de luz directa durante las horas más calurosas del día. Estas empezarían sobre las 10 de la mañana. Si estás en una zona muy fría, cultivar al lado de un muro o algo que retenga el calor podría contribuir a reducir el estrés de las plantas.

Si vives cerca del ecuador, la situación es diferente. Con temperaturas medias de 30ºC, es recomendable intentar filtrar el sol durante las horas más fuertes y encontrar un sitio con una brisa suave o próxima a una sombra. Recuerda evitar superficies que absorban el calor durante el día, como el asfalto o paredes de piedra o ladrillo.

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GERMINACIÓN EN INTERIOR

Para asegurar el buen desarrollo de tus plantas, es muy recomendable germinarlas primero en interior antes de trasplantarlas a una maceta. Esto también es una buena idea si quieres sembrar varias semillas y luego seleccionar las más sanas para el cultivo. De esta manera aseguras no malgastar tierra y fertilizante en una semilla que probablemente no produzca una buena cosecha.

El mejor momento para germinar las semillas es la primavera. Busca un alféizar de ventana soleado. No las saques fuera hasta que hayan pasado 3-4 semanas. Para entonces, las plántulas habrán crecido a un tamaño aproximado de 15cm, y tendrán 3 nudos en el tallo como mínimo. Las plántulas deberían tener fuerza y resistencia antes de exponerlas al riesgo de plagas, viento o temperaturas agresivas.

Si quieres evitar estos problemas, en nuestra página web tenemos una gran opción. El Micro Propagator Plus es un kit completo para la germinación y los esquejes. Por poco más de 17€, obtienes un ambiente controlado para 15 semillas o esquejes, donde lo único que tienes que hacer es añadir agua. El kit incluye una bolsa de perlita, un termómetro, y una luz de cultivo LED. La tasa de éxito de la germinación nunca había sido tan elevada.

TIERRA Y FERTILIZANTE

Para que las plantas de marihuana se desarrollen bien, necesitan una buena tierra que sea rica en nutrientes, con buen drenaje y ligeramente ácida. Estas condiciones pueden encontrarse en un suelo limoso. Este tipo de tierra puede retener humedad y nutrientes, y a la vez seguir oxigenando la zona radicular extremadamente bien. Si no puedes encontrar la tierra perfecta, puedes preparar tu propia mezcla. Un par de meses antes de la siembra, tienes que preparar la zona de cultivo. Cava unos hoyos grandes, e introduce estiércol, humus de lombriz o compost ecológico hecho a base de los restos orgánicos de tu cocina del día a día. Esto proporcionará una buena base para que tu marihuana pueda crecer y prosperar.

Ahora que ya tienes la tierra, debes pensar en el fertilizante. Aunque la tierra combinada con estiércol y humus de lombriz ya cuenta con una gran cantidad de nutrientes, aportar un fertilizante extra te ayudará a obtener las mejores cosechas posibles. Para esto, existen diferentes opciones. Tendrás que escoger entre usar productos sintéticos o ecológicos. Los abonos ecológicos producirán cogollos de gran calidad, pero consumen más de tu tiempo.

Si compras suplementos, intenta adquirir aquellos diseñados específicamente para cannabis. En internet hay todo tipo de opciones disponibles. Pero, si esto no es posible, usa únicamente productos diseñados para plantas comestibles, como tomates. Si los productos son aptos para usar en frutas y verduras, probablemente sea seguro fumar marihuana cultivada con ellos.

EXCESO DE FERTILIZACIÓN Y PH

Ten en cuenta que el exceso de fertilización de la marihuana provoca una toxicidad de ciertos nutrientes, que puede ser letal para las plantas. Aunque los fertilizantes complementarios pueden ser útiles, si se aplican en exceso pueden acabar con la posibilidad de una cosecha exitosa. Aunque por un lado las plantas pueden sufrir deficiencias nutricionales, a menudo los cultivadores sin experiencia confunden un bloqueo de nutrientes con una deficiencia. Este bloqueo ocurre cuando los nutrientes están disponibles en el medio de cultivo, pero las raíces no pueden absorberlos. En muchas ocasiones es el resultado de un nivel de pH fuera del rango óptimo. Cuando se cultiva en tierra, las plantas de marihuana necesitan un pH entre 6,0-7,0 para prosperar. Por tanto, corrigiendo el pH puede solucionarse el problema del bloqueo, permitiendo a las plantas absorber los nutrientes necesarios para producir cogollos de gran calidad.

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COSECHA

Con trabajo duro y perseverancia se puede alcanzar el éxito. Y en nuestro sector, el éxito significa una cantidad enorme de cogollos grandes y jugosos. Tras un período, que puede ir de 9 a 20 semanas, tu planta estará lista para cosechar. Para entonces, los pistilos se habrán oscurecido, los tricomas tendrán un aspecto lechoso y los cogollos se habrán hinchado.

La principal ventaja del cultivo en exterior es el espacio ilimitado. Si tienes suerte, puedes cultivar una planta gigante que puede recompensarte ¡con medio kilo de cogollos o más! El único trabajo que quedará por hacer será el manicurado, que puede realizarse antes o después de secar los cogollos. Ambas opciones tienen sus defensores, aunque el manicurado en verde es muy popular entre los cultivadores caseros.

PROBLEMAS COMUNES

Aunque cultivar tu propia marihuana al aire libre pueda ser maravilloso, si empiezan a aparecer problemas y no estás preparado para ellos puede ser muy frustrante. En la naturaleza hay muchos factores que no podemos controlar, a diferencia de un cultivo de interior. Cuando cultivamos en exterior, estamos creando un gran hogar para muchos pequeños insectos y seres vivos. Aunque puede que estas pequeñas criaturas estén encantadas de tener una planta de marihuana como su hogar, algunas no la tratarán como tal. Ciertas plagas pueden llegar a matar tus plantas, así que es vital aprender a solucionar estos ataques.

Si tu problema son animales grandes, puede solucionarse fácilmente con una valla o jaula. Pero, si el problema son criaturas pequeñas o microscópicas, lo mejor que puedes hacer es mantener un cultivo sano y estar atento. En ese sentido, las plantas de cannabis son como los humanos; si comen bien y no sufren estrés constante, tendrán menos probabilidades de enfermar. Asegúrate también de plantar tu marihuana lejos de otras plantas que estés cultivando. Las plagas pueden dispersarse fácilmente, por el simple hecho de estar cerca.

En las semanas previas a la cosecha, la planta tendrá un olor muy penetrante. Los cogollos emanarán aromas intensos, y al tocarlos se sentirán casi mojados, debido al elevado contenido de humedad. Y con esto, aparece otro problema: el moho. Vigila con frecuencia el interior de los cogollos (cerca del tallo) para asegurarte de que no aparezcan hongos, ¡sobre todo si vives en un clima extremadamente húmedo! Para prevenir esto, se puede realizar una defoliación cuidadosa durante la fase vegetativa, aunque esto no siempre es aconsejable para los cultivadores sin experiencia.

La mejor forma de evitar el moho durante la floración es garantizar que las plantas tengan espacio suficiente para respirar. A diferencia del cultivo de interior, no puedes poner un ventilador sobre las plantas durante todo el día. Si ves que el moho aparece y empieza a pudrir tus cogollos, tendrás que cortar las zonas dañadas para prevenir que se disperse por el resto de la planta. Si haces esto cuidadosamente, no deberías tener más problemas. ¡Buena suerte con tus plantas y que tengas cosechas abundantes!