Efectos del cannabis sobre la hipertensión

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Efectos del cannabis sobre la hipertensión

La hipertensión (presión arterial alta) por sí misma no causa síntomas, pero es la principal causa de enfermedades cardíacas, derrames cerebrales y muchos otros problemas de salud graves. ¿Tiene el consumo de cannabis un efecto positivo o negativo sobre la hipertensión?

La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es un trastorno médico que afecta a gran cantidad de la población. En Estados Unidos, 1 de cada 3 personas padece hipertensión. Aunque este problema por sí mismo no suele causar síntomas, a largo plazo es un importante factor de riesgo para derrames cerebrales, enfermedad renal crónica y cardiopatías; las causas de muerte prematura más comunes en todo el mundo.

EL SISTEMA ENDOCANNABINOIDE

El sistema endocannabinoide, compuesto de receptores cannabinoides situados por todo el cuerpo, desempeña un papel importante en muchos otros sistemas corporales, como el sistema cardiovascular. El cannabis, o para ser más exactos, los cannabinoides THC y CBD, pueden influenciar y regular el sistema endocannabinoide de varias formas. La ciencia ha demostrado que la marihuana también influye en la función cardiovascular, lo que significa que tiene un efecto sobre la hipertensión. Dado que el corazón es un órgano vital, el cannabis merece atención especial en cuanto a su potencial terapéutico.

HIPERTENSIÓN Y CANNABIS: LO QUE DEMUESTRAN LOS PRIMEROS ESTUDIOS

Hace años, unos investigadores inyectaron THC en ratas y comprobaron que reducía significativamente su presión arterial. Otro estudio que replicaba este procedimiento confirmó el resultado. Sin embargo, estas primeras conclusiones deben tomarse con cierta reserva. A pesar de que el THC redujo la presión arterial de las ratas, también se observó que, en un primer momento, el consumo de cannabis condujo a un aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Únicamente tras dos semanas, una vez que los animales desarrollaron tolerancia al THC, se redujo la hipertensión y la frecuencia cardíaca. Esto podría indicar que el cuerpo necesita tiempo para adaptarse a los cambios químicos antes de que los cannabinoides funcionen de la forma deseada.

ESTÁ DEMOSTRADO QUE LOS CANNABINOIDES REDUCEN LA PRESIÓN ARTERIAL DEL SER HUMANO

En un estudio del NCBI publicado en junio del 2017, 9 varones voluntarios sanos recibieron CBD (un constituyente no psicoactivo del cannabis) en un estudio aleatorio cruzado, doble ciego y controlado con placebo. Durante su transcurso, se comprobó que la administración de CBD redujo la presión arterial en reposo y el aumento de la presión arterial debida al estrés. Esperemos que las investigaciones futuras establezcan si el CBD (con y sin THC) podría tratar las enfermedades cardiovasculares, incluyendo la hipertensión.

EL PARADÓJICO EFECTO DEL CANNABIS SOBRE LA PRESIÓN ARTERIAL Y LA FRECUENCIA CARDÍACA

No es muy sorprendente que algunos de los primeros estudios afirmen que el cannabis eleva la presión arterial antes de bajarla. La marihuana tiene un efecto vasodilatador, es decir, expande las venas y aumenta el flujo de sangre cuando la persona está colocada. Los típicos ojos rojos del fumeta son un buen ejemplo de esto. Debido a la expansión de las venas, el corazón tiene que latir más rápido para compensar la baja presión sanguínea. La cuestión es si esto es o no significativo, y si el efecto de disminución de la presión arterial a largo plazo compensaría este efecto. Como suele ser el caso, se necesitan más investigaciones. También hay que tener en cuenta las distintas dosis y otras formas de consumo, ya que fumar cannabis, por ejemplo, puede no ser el mejor método de administración para personas con problemas cardiovasculares.

Efectos del cannabis sobre la hipertensión

SE NECESITAN MÁS ESTUDIOS DEL EFECTO DEL CANNABIS SOBRE LA PRESIÓN ARTERIAL

Aún quedan dudas sobre si el cannabis influye sobre la hipertensión y la función cardíaca y cómo lo hace exactamente. En estos momentos, hay opiniones contrarias. Al menos, quienes avisaron previamente de los supuestos riesgos del consumo de cannabis para el corazón, pueden estar tranquilos: Una investigación a largo plazo realizada por CARDIA (Coronary Artery Risk Development in Young Adults) en la Universidad de San Francisco, analizó datos de más de 3.500 adultos durante 15 años. El estudio concluyó que "no existe una relación causal a largo plazo entre el consumo de cannabis y un mayor riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral".

LA MARIHUANA PODRÍA REDUCIR LA PRESIÓN ARTERIAL, PERO COLOCARSE NO

Un estudio llevado a cabo por la Escuela de Medicina de Harvard, obtuvo unos resultados menos positivos al analizar los efectos del cannabis en poblaciones de alto riesgo, como los ancianos. En estos casos, el consumo de cannabis llevó a un aumento del riesgo de sufrir ataques cardíacos. Sin embargo, también se averiguó que dicho riesgo desaparecía a las dos horas. Dicho de otra forma, la marihuana podría tener un efecto positivo para el corazón, sin embargo, colocarse con ella puede ser demasiado estresante para personas propensas a padecer problemas de corazón.

¿POR QUÉ NO PODEMOS CONFIAR EN ESTOS ESTUDIOS?

Hay ciertas salvedades en lo que respecta a estos estudios y a otros parecidos sobre el mismo tema. Una de ellas es que muchos consumidores de marihuana también toman otras sustancias, como tabaco o alcohol, lo que distorsiona los resultados de forma significativa. Además, algunos de estos estudios, como el de los 9 sujetos, difícilmente se pueden considerar representativos. Hacen falta más investigaciones con muestras de mayor tamaño.

Asimismo, muchos de los estudios más antiguos han ignorado en gran medida el CBD, el compuesto activo del cannabis que no coloca y que posee una variada lista de beneficios potenciales. Los estudios cuyos investigadores solo se centran en el THC obtienen resultados que podrían no reflejar el verdadero potencial de la planta entera. Hay que tener en cuenta todos estos factores para poder hacernos una idea decente de cómo afecta el cannabis a la hipertensión y a la función cardíaca en general. Miremos hacia un futuro con investigaciones más convincentes sobre este tema.